Una iniciativa mundial pide a los líderes del G20 que sustituyan el Producto Interno Bruto (PIB) por un sucesor adaptado al futuro

A la luz del cambio climático, la crisis de Covid, el declive de la biodiversidad y la creciente desigualdad, existe un consenso mundial cada vez mayor de que se necesitan urgentemente cambios fundamentales en nuestras economías. Por ello, con motivo de la cumbre del G20 que se celebrará en Roma los días 30 y 31 de octubre de 2021, una alianza de voces destacadas del ámbito de los negocios sostenibles y la economía del futuro señala una importante debilidad del sistema económico mundial. Según los firmantes de una carta abierta dirigida a los Jefes de Estado y de Gobierno del G20, la forma actual de medir el éxito económico no es apta para afrontar los retos más urgentes del mundo.

La carta afirma que el Producto Interno Bruto (PIB) actual es en cierto modo incapaz de sustentar la prosperidad humana y planetaria. No informa a los responsables de la toma de decisiones sobre el grado de sostenibilidad de nuestras economías, ya que se limita a medir únicamente las transacciones financieras. Se necesita urgentemente un sucesor del PIB, que ofrezca un nuevo conjunto de métricas que integre los conocimientos actuales sobre cómo la ecología, la sociología, la psicología, la ética y la economía contribuyen colectivamente a establecer y medir el bienestar sostenible. Por ello, los firmantes promueven la idea del «Producto del Bien Común» (PBC), una nueva medida innovadora que puede ser utilizada por los responsables políticos y las sociedades para superar estas limitaciones. En lugar de un crecimiento sin fin en un planeta limitado, su objetivo es aumentar el bienestar y la prosperidad de las personas y la naturaleza.

Christian Felber, cofundador del movimiento popular global «Economía para el Bien Común», explica: «El crecimiento económico, tal y como se mide actualmente con el Producto Interno Bruto, es poco más que una agregación de transacciones de mercado medidas en términos monetarios, como la producción y venta de armas, pan o gasolina, sin tener en cuenta si contribuyen -o perjudican- al bienestar humano y a la sostenibilidad ecológica. Por el contrario, el Producto del Bien Común desplaza el foco de la medición del éxito de los medios (dinero y capital) a los fines (bienestar o bien común)».

Sharan Burrow, Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional (CSI): «Las personas y el planeta deben estar en el centro de unas economías justas y resistentes. Por lo tanto, los gobiernos tienen la responsabilidad de gestionar sus presupuestos más allá de una estrecha prescripción del PIB.»

Kate Raworth, autora de «Doughnut Economics», comenta: «Para crear economías que prosperen, las naciones deben guiarse por métricas que reflejen el Bien Común. Estoy deseando ver los resultados de esta innovadora iniciativa: el crowdsourcing un nuevo enfoque para evaluar la salud de la economía del futuro.»

Mike Bronner, presidente del pionero movimiento orgánico Dr. Bronners: «Como empresa dedicada a utilizar los negocios para hacer el bien, nos comprometemos a medir nuestro rendimiento social y medioambiental de acuerdo con una norma independiente de terceros. ¿Por qué no deberían hacerlo también los gobiernos?»

Los iniciadores de la campaña señalan que ésta pretende dar un impulso a los líderes del mundo, empujándolos a permitir el desarrollo y puesta en marcha de métricas alternativas. Los parámetros para definir el Producto del Bien Común no son un modelo universal, sino que deben ser elaborados individualmente por el parlamento nacional o por los ciudadanos soberanos en asambleas representativas u otros procesos participativos innovadores que fortalezcan nuestras democracias.

Christian Felber: “En esta fase de desarrollo, el PBC (Producto del Bien Común) no es un modelo científico totalmente definido ni está ligado a su nombre. Actualmente hay muchos conceptos de esta idea que crecen en todo el mundo, como la Felicidad Nacional Bruta en Bután, el Índice de Vida Mejor de la OCDE o el relanzado Índice del Planeta Feliz de hoy. No importa cómo se llame. Lo que importa es el cambio fundamental de mentalidad y la implicación de la gente. Se trata de sus vidas y su bienestar. Si conseguimos medir la riqueza de nuestras economías de una manera realmente sostenible, tendremos una poderosa palanca para la transición. No podemos dejar en manos de los consumidores la salvación del mundo. Debemos instar a los líderes de los países más poderosos a que cambien los parámetros de nuestras economías a gran escala».

Los partidarios de la idea del Producto del Bien Común pueden firmar una petición que se entregará en la cumbre del G20 del próximo año.

Sobre la campaña

La campaña ¡Producto del bien común ya! es una iniciativa de Economía para el Bien Común, mas sus partidarios proceden de un amplio abanico de personas, empresas y organizaciones independientes, como Martin Rich, cofundador y director ejecutivo de la Fundación Future-Fit, Lebohang Liepollo Pheko, miembro de la dirección de South African Women in Dialogue, Dominik Eulberg, DJ y activista medioambiental, y también el club de fútbol FC St. La campaña ha sido posible gracias a la labor de muchos voluntarios, entre ellos el equipo de Karl Anders Contemporary Branding, que ha contribuido al diseño y la programación de la campaña de forma gratuita.

 

Sobre la Economía del Bien Común

La Economía del Bien Común (EBC) o Economy for the Common Good (ECG) es un movimiento social que aboga por un modelo económico de futuro que sea beneficioso para todas las partes interesadas de una organización: empleados, proveedores, clientes, socios comerciales, la comunidad local y la sociedad en general, así como el Planeta y las generaciones futuras. Es un modelo que pone el Bien Común, es decir, el bienestar de las personas y el respeto a toda la vida, como objetivo y propósito primordial. El movimiento EBC/ECG está constantemente y ganando adeptos en todos los Estados miembros de la UE. Hasta ahora, 1.000 organizaciones, principalmente empresas, pero también escuelas, universidades, municipios y ciudades, han utilizado nuestro Balance del Bien Común como medio para realizar sus informes «no financieros».

Más información: economiadelbiencomun.org/el-producto-del-bien-comun

Página web internacional: www.commongoodproduct.org