Una España enfocada en el Bien Común
La pandemia del 2020 ha visibilizado claramente algo que se viene viendo desde hace tiempo: nuestra economía no es útil para lo que se supone que debe servir. Una buena sociedad debería permitir a sus integrantes buscar una vida satisfactoria y con sentido. Pero en nuestro sistema ha ocurrido un divorcio entre el dinero y el bienestar de las personas.
La Economía del Bien Común tiene un plan para volver a alinearlos…
El tren del Bien Común
La economía es como una red ferroviaria, que nos transporta de unos lugares a otros. Las leyes y regulaciones son las vías que determinan a dónde podemos ir y a dónde no. Hoy día, la economía está construida alrededor del beneficio económico, no de la felicidad de las personas, pensando que es lo mismo, pero no lo es. Al llevar la producción a países remotos porque sale más barato, permitir a las grandes empresas llevarse sus beneficios allí donde no pagan impuestos o externalizar el impacto ecológico para no tener que pagarlo; permitir burbujas de especulación o reducir los derechos y los salarios de los trabajadores… es evidente que los raíles están dirigidos a un lugar muy claro: la rentabilidad de las instituciones financieras y las multinacionales. Mientras que el resto de la sociedad sólo puede circular por vías secundarias y llenas de baches. En momentos de crisis no podemos atender todas las demandas que se hacen imprescindibles, las personas que trabajan en aquello que es realmente más útil se ven desbordadas…
¿Seremos capaces de cambiar el rumbo? Resulta necesario crear una red fuerte y resistente, con carriles que alcancen a todas las personas sin dejar a nadie atrás, que nos garantice como sociedad la capacidad de cubrir nuestras necesidades reales; en resumen, que la prosperidad circule libremente, pero distinguiendo el tren que nos lleva a una vida más feliz de los que nos hacen dar vueltas sin sentido o nos conducen a la destrucción, sabiendo que el dinero no es el destino, sino sólo el combustible que mueve algunas máquinas, pero no todas.
Difícil? La Economía del Bien Común (EBC) propone desde hace años los planos de una nueva red. Aquí os ofrecemos una ruta para llegar hasta allí…