3: Conseguir que las ayudas contra la pobreza y exclusión sean suficientes y alcancen a todas las personas que las necesitan.

La erradicación de la pobreza es una medida de doble impacto: por un lado es un imperativo humano que nadie quede excluido de vivir dignamente; por otro, las personas recuperan su capacidad de consumo y se aumenta la demanda, estimulando la economía real y local.

  • Establecer un mínimo vital y unificar todas las ayudas por debajo del mismo.
  • Simplificar trámites y criterios, para facilitar que todas las personas que necesiten ayuda la puedan conseguir, y reducir el gasto burocrático de gestión y de lucha contra el fraude.
  • Establecer una salida gradual de la ayuda al aumentar los ingresos, en vez de perderla de golpe, para dejar de desincentivar la búsqueda de empleo.

Estas medidas pueden ser avances en dirección de una Renta Básica Universal, que se debería empezar a estudiar y debatir como posible solución a todos estos objetivos.