El final del Sistema

La realidad que nos envuelve desde hace años nos genera todo tipo de dudas sobre si lo que está sucediendo es otra crisis más del capitalismo, o si este sistema económico y social ha colapsado y está en desintegración.

Las sociedades han admitido una serie de paradigmas, para bien y para mal, que constituyen una especie de leyes naturales a las que los individuos difícilmente pueden sustraerse: religiosas, culturales, económicas,… El sistema neoliberal actual no es ajeno a ello y desde un principio se ha sustentado en paradigmas (verdades absolutas que no admiten discusión), que ha trasmitido como leyes naturales, y a las que ha dotado de una base científica como son las leyes de Newton.

Como ley natural, nos han inculcado el principio de “no hay otra alternativa”, desarrollando desde Adam Smith comparativas con las leyes newtonianas, como las de: “acción-reacción”, “movimiento continuo de un objeto si no se le opone ninguna fuerza”, etc…, las cuales sirven para justificar como leyes naturales los paradigmas de la “Oferta y la Demanda”, “actividad económica sin fin (crecimiento)”, etc…

Pero aquí surge como mínimo una pregunta, ¿cómo es posible que surjan crisis económicas (mal funcionamiento del sistema), si es una ley natural? En la Física si una ley no da respuesta a un solo acontecimiento, esa ley o deja de ser válida o se genera una nueva que dé respuesta a dichas condiciones particulares (Relatividad,…). ¿Sucede esto con la economía capitalista?, por supuesto que no.

Entremos en detalle analizando diferentes aspectos en los que los paradigmas del sistema neoliberal no dan respuesta, comenzando con un grave error de partida, que es la desconexión de la economía de la naturaleza, contemplando a ésta simplemente como una “externalidad”, lo cual es como mínimo incongruente. Hay numerosos economistas que analizan este aspecto relacionándolo con las leyes de la termodinámica (1ª y 2ª ley): “la energía total del universo es constante, y la entropía total aumenta continuamente”. Esto de forma resumida, nos indica que en los procesos económicos la energía consumida tiene un límite (solo tenemos un planeta), y que en estos movimientos si no hay realimentación negativa (actuaciones externas) vamos directamente hacia el caos.

Sobre el párrafo anterior hay infinidad de escritos que muestran la validez de dichos planteamientos, y dan muestra de la ceguera del sistema actual al respecto. Si analizamos algunos de los paradigmas del sistema capitalista: mercado, competencia,…, todos ellos son los que nos llevarían al éxito del sistema, pero la realidad suele ser otra muy diferente: monopolio-oligopolio, información privilegiada, …, este sistema que durante un tiempo ha servido para realizar grandes cambios sociales, actualmente está caduco y son necesarios nuevos modelos económicos y sociales que pongan su foco en las personas, sujeto principal de la sociedad, respetando sus derechos y aportando unos valores que sean los de la mayoría. Este planteamiento es el que Branko Milanovic entendía como una de las fuerzas benignas que a lo largo de la historia ha permitido reducir la desigualdad con justicia (equidad). La otra -fuerza maligna- nos lleva, por desgracia, al colapso y la destrucción.

Aprendamos de las enseñanzas de Milanovic, y aportemos lo que esté en nuestra mano para la consecución de un nuevo sistema económico y social, en el que la mayoría de las personas tengan cabida, y que dé respuesta a valores como solidaridad, justicia social, participación democrática, sostenibilidad ambiental,…, es nuestra única salida a un mundo sin valores.

J.M.Martín